31.10.12


31/10/12
Vamos con cine un poco más clásico. De lo más clásico que Italia nos ha dado: "El ladrón de bicicletas".



"You live and you suffer"
No sólo es un gran clásico de su época y del cine en general, también es uno de los mejores ejemplos de lo que buscaba el neorrealismo italiano en su momento: reflejar del modo más visceral y verosímil posible las dificultades por las que estaba atravesando el país en su periodo de post-guerra.

Entre el montón de hombres que se reúnen diariamente en espera de poder conseguir aun el trabajo más temporal, Antonio Ricci cree que es su día de suerte cuando es contratado por poseer una bicicleta. Aunque su trabajo de pegar posters por la ciudad puede parecer humilde, para él es todo un orgullo tener un modo de llevar dinero a su casa. Pero durante su primer día de trabajo le roban la bicicleta y él tendrá que recorrer toda la ciudad, junto con su hijo, tratando de recuperarla.

Precisamente por ser una historia que podría parecer tan sencilla, con un objeto que en principio nos podría parecer tan poco trascendente, es que la historia nos arrastra hasta los extremos más desoladores de la época. En un momento en que la sociedad italiana atravesaba por una miseria sistemática, el rutinario robo de una bicicleta se vuelve el martirio de una familia que apenas creía atisbar una fugaz esperanza en sus vidas. La desesperación con la que Antonio y su hijo Bruno nos guían por la capital italiana configura un mapa exacto de la época. 

Con muchas menos pretensiones de las que luego tendría el propio director y otros representantes del neorrealismo, "Ladrón de bicicletas" no sólo es un ejemplo perfecto del movimiento y un clásico consagrado, sino una película que pese a las condiciones del momento fue realizada a la perfección. Trabajando en su totalidad con actores no profesionales, rodando de la manera más cotidiana y con condiciones de producción bastante limitadas, resulta una película que más de 50 años después sigue atrapando y conmoviendo al espectador. 

Siempre que hablo del neorrealismo italiano me dan ganas de ver más y más. Me encanta y aun así es un movimiento al que no regreso tan frecuentemente como debería. Una pena porque tiene una cantidad de joyas admirable. 




¿Alguna otra película de Vittorio de Sica que les guste?

5 comentarios:

  1. Cuando he visto la fotografia del padre y el hijo en la acera, me ha venido a la mente Chaplin. no conocia la película. Lo cierto es que las historias mas sencillas son las que me estan dando gratas sorpresas no se si la vere pero gracias por la recomendación.

    ResponderEliminar
  2. Me gustó mucho esta película, y eso que no soy muy fan de este género. Me gustó pero a la vez me dejó un mal sabor de boca. Esa tristeza y desolación que envuelve todo me produjo cierta desazón. Al pobre Antonio le pasa de todo siendo un pobre y honrado padre de familia.

    Gran película, si.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. No la he visto, he escuchado mucho sobre ella pero no la he conseguido, está en mi lista de películas pendientes.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Javier Ramírez: Sí, cuando buscaba los fotogramas para ilustrar la entrada también me vino a la mente Chaplin con esta imagen, creo que la ha inmortalizado.

    Charly Hell: Coincido, a mí luego estás películas me encantan pero también me dejan devastada, supongo que por eso no veo tanto neorrealismo italiano como a veces quisiera.

    Mish: Saludos y un gusto que te pases de nuevo por acá :)

    ResponderEliminar
  5. Como adoro esta película, he perdido la cuenta de las veces que la he visto y nunca me canso...
    A mi me pasa lo mismo con el neorrealismo, que me fascina pero poco recurro a él. E igual me pasa con el Free Cinema...

    Otra de De Sica... Así de pronto Umberto D.

    ResponderEliminar